Santiago, 25 de julio de 2025

Entre el 24 y 26 de julio se realizó en el Centro Cultural de la Estación Mapocho la feria internacional Smart City Expo Santiago 2025, evento de innovación urbana, en el que destacaron la tecnología, la digitalización y el uso inteligente de datos; todo ello aspirando a tener ciudades seguras y resilientes, incorporando la adaptación al cambio climático.

En este contexto, una actividad relevante fue la charla “Gestión Estratégica del Agua, Sostenibilidad, Innovación y Colaboración”, con la participación de María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva de Líderes Empresariales por la Acción Climática (CLG Chile); Ximena Ruz, directora ejecutiva de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo; Diego Carrasco, gerente de asuntos corporativos de WES y director de Climatech Chile; e Ismaela Magliotto, cofundadora y directora de gestión de la ONG Uno.Cinco; quienes estuvieron dirigidos por Cristina Huidobro, gerenta general del Fondo de Agua Santiago Maipo.

Antes de comenzar las presentaciones, Huidobro llamó la atención sobre la crisis estructural en la que nos encontramos en términos de gestión hídrica, con una mega sequía que se tiende a olvidar porque los dos últimos años han estado medianamente lluviosos, pero no se debe olvidar que el recurso agrícola está muy estresado. Además, esta distribución del agua es desigual a lo largo del territorio y se observa que de la región de Valparaíso al norte hay menos del 1% del agua total del país y también que las precipitaciones en la zona central han disminuido persistentemente desde el año 2010.

Agregó que esta menor disponibilidad hídrica no es causada sólo por el cambio climático, sino también por una mala gestión del recurso y una demanda cada vez mayor.

Frente a este panorama la pregunta es: ¿Cómo vamos a abordar de manera rápida, integral y eficiente la crisis hídrica? Especialmente en zonas urbanas, pero también con una mirada territorial.

Ximena Ruz detalló que la agencia tiene un rol clave en la implementación de las estrategias climáticas de largo plazo (ECLP) y por ello apoyan a los municipios y a los gobiernos regionales con una forma de enfrentar la seguridad hídrica. Trabajan en el programa Estrategias Hídricas Locales.

Según Ruz, estos planes nacen con una visión de cuenca, de manera de avanzar simultáneamente para que las medidas que toma una comuna no entorpezcan a otra, considerando: la construcción de una hoja de ruta a través de una planificación local; acuerdos de seguridad hídrica o acuerdos públicos-privados, en los cuales la agencia coordina; y transformación tecnológica.

Sin embargo, el gran desafío del programa es instalar las estrategias hídricas en la gestión municipal y movilizar a las empresas del territorio.

Por su parte, María Teresa Ruiz-Tagle señaló que para enfrentar los problemas y dimensiones del cambio climático se va a requerir de la colaboración público-privada y por eso una de las misiones de CLG Chile es participar en la construcción de política pública climática considerando la perspectiva del sector privado.

“Si bien Chile, en términos de emisiones, genera solamente el 0,25% de las emisiones globales, somos un país tremendamente vulnerable al cambio climático. Y no solamente en temas de agua, sino también en incendios forestales, deslizamientos de tierra, deshielo de glaciares, aumento en el nivel del mar, etc. En el caso del agua, dos grandes vulnerabilidades, que están relacionadas al cambio climático, son justamente las sequías y las inundaciones”, dijo la ejecutiva de CLG Chile.

Según Ruiz-Tagle, la seguridad hídrica afectará la seguridad alimentaria, la seguridad energética, la seguridad sanitaria. “Por lo tanto, hacernos cargo de un elemento tiene este efecto dominó positivo con respecto a otros temas. De hecho, en el Comité de Carbono Neutralidad y Resiliencia 2024 se generaron propuestas con enfoque territorial integrado y multi actor para la seguridad hídrica en cuencas. Se mencionaron cinco acciones: preservar; restaurar las cabeceras de cuenca; equidad en el acceso y uso sustentable del agua; mejorar la eficiencia hídrica; aprovechar las soluciones basadas en la naturaleza; y potenciar nuevas fuentes de agua”, explicó.

Además, es necesario hablar de desalación, de reuso del agua, de financiamiento para la seguridad hídrica. Hay problemas de sequía, de inundaciones, y por ello se necesita construir resiliencia. Al hablar de cambio climático surgen dos temas: mitigación y adaptación, adaptarse a estos eventos extremos como escasez de agua e inundaciones.

En el caso de empresas CLG, la minera Angloamerican plantea un compromiso de cero consumos de agua dulce en los Bronces al 2030 por medio de alternativas como la desalación o mayor eficiencia.

Microsoft, empresa tecnológica, tiene un compromiso que es hacer agua positiva, es decir, devolver al sistema más agua de la que se consume y se sumó a un proyecto que busca filtrar agua a las napas subterráneas.

De Aguas Andinas, Ruiz-Tagle destacó dos proyectos. Uno de resiliencia relacionado con la construcción del mega estanque de Pirque, que genera autonomía de 34 horas de consumo para la ciudad; y el segundo, la Biofactoría de la Farfana que permite reutilizar agua entregándola a los agricultores, generando gas o fertilizantes.

Ruiz-Tagle resaltó también la importancia de las redes de colaboración en estos temas y mencionó el trabajo que han realizado con la Asociación Chilena de Desalación y Rehuso (ACADES), el Fondo de Agua, Santiago Maipo, y con la red de Pacto de Seguridad Hídrica.

Diego Carrasco, apuntó que la ONU estima que en 2050 dos tercios de la población mundial van a vivir en zonas de extrema o alta escasez hídrica y Chile ya se encuentra en categoría extrema, intensificándose el problema en las ciudades, donde vive la mayoría de las personas.

Para dar respuestas se creó Climatech Chile, la primera asociación gremial de Latinoamérica que agrupa empresas de base tecnológica, aplicada a combatir o solucionar algún problema derivado del cambio climático.

A lo largo de todo el ciclo del agua -señaló Carrasco- existen ejemplos de tecnologías que hoy se aplican. Mencionó a empresas como Capta Hydro, Cuencas Chile, Kilimo, Binario Tech, WES y FreshWater, que ofrecen distintas soluciones en gestión hídrica.

Ismaela Magliotto, por su parte, ofreció la mirada desde el rol de la sociedad civil. Indicó que cuando se habla de desafíos en la gestión hídrica, en la primera palabra que se piensa es racionamiento y el que no haya pasado aún, no significa que no esté presente.

Magliotto mencionó que, según un estudio de Fundación Chile, el 40% del problema en seguridad hídrica proviene de una deficiente gestión del agua y sólo 12% a raíz del cambio climático. Agregó que el Banco Mundial analizó, hace más de 10 años, como estaba gestionada el agua en el país y detectó que hay 43 organismos que abordan el tema. Por eso, Magliotto considera que el problema es estructural.

Como propuestas de solución, la cofundadora de la ONG mencionó los siguientes puntos: proteger los glaciares (que según ella desde la sociedad civil se promueve  hace tiempo), proteger el ecosistema como un derecho humano, revisar la gestión del agua a nivel país, y dar una participación vinculante a la ciudadanía.