En el marco de la campaña #MoreRenewables, es fundamental integrar la perspectiva de la sociedad civil para construir una transición energética que no solo sea eficiente en términos técnicos y económicos, sino también legítima y sostenible desde un punto de vista social.

Para profundizar en esta dimensión, se sostuvo un diálogo con Gonzalo Melej, Coordinador de Proyecto de Descarbonización de la organización Chile Sustentable, con el objetivo de recoger su análisis sobre las barreras, desafíos y oportunidades que enfrenta el despliegue de energías renovables en el territorio.


Desde la perspectiva de la sociedad civil, ¿cuáles son las principales barreras que hoy están frenando o complejizando el avance de la transición energética en Chile?

Gonzalo Melej:
“Una deficiente planificación territorial ha contribuido a gatillar cada vez más conflictos socioambientales. Vemos con preocupación la localización de proyectos solares en suelos con aptitud agrícola, compitiendo con la soberanía alimentaria, o parques eólicos en rutas de aves migratorias o muy cerca de comunidades, afectando su calidad de vida. Creemos que la solución no es desregular o acelerar permisos a costa de la evaluación ambiental, porque eso solo aumenta el riesgo de conflicto y termina retrasando los proyectos”.

¿Cómo se puede mejorar la gobernanza para asegurar que la participación de las comunidades sea efectiva y no solo un trámite?

Gonzalo Melej: “Hay un desafío concreto que es mejorar los mecanismos de participación actualmente existentes. Las comunidades suelen tener una buena disposición inicial, pero la falta de incidencia real en las decisiones finales genera desconfianza. Instrumentos que ya existen en la ley, como los polos de desarrollo energético o los estudios de franja, no se han implementado y podrían facilitar una planificación más inclusiva y mitigar impactos. Es crucial avanzar hacia una participación que sea temprana y vinculante”.

¿Cuál es el principal riesgo de abordar la transición energética solo desde una perspectiva técnico-económica, ignorando las dimensiones sociales y ambientales?
Gonzalo Melej: “Esa visión corre el riesgo de perpetuar prácticas desiguales y generar nuevos conflictos socioambientales que finalmente retrasan la transición energética. Para que la transición sea justa, es fundamental transparentar tanto los beneficios como los costos sociales y ambientales, y distribuirlos de forma equitativa. Esto implica remediar los pasivos en las ‘zonas de sacrificio’ y asegurar que los beneficios, como el acceso a energía más barata, lleguen efectivamente a las comunidades que conviven con los proyectos”.

Más allá de los desafíos, ¿dónde identifican las principales oportunidades para construir un modelo energético más inclusivo?

Gonzalo Melej: “Vemos un potencial enorme, y hoy desaprovechado, en la generación comunitaria y el autoconsumo. Actualmente, estas modalidades no representan ni el 2% de nuestra matriz. Impulsar proyectos descentralizados a menor escala no solo aportaría a la seguridad del suministro en zonas aisladas, sino que fortalecería la aceptación social de las renovables y permitiría que los beneficios del desarrollo energético se distribuyan de manera mucho más directa en los territorios”.


Conclusión: Hacia una Transición con Legitimidad Social
El diálogo con Gonzalo Melej de Chile Sustentable evidencia que, para la sociedad civil, el éxito de la campaña #MoreRenewables no se medirá solo en megawatts instalados, sino en la capacidad del sector público y privado para integrar una visión territorial y participativa. El mensaje es inequívoco: una transición energética acelerada y sostenible requiere de una gobernanza robusta, una planificación que respete las vocaciones productivas y ecosistémicas de los territorios, y un compromiso real con la distribución justa de los costos y beneficios. Ignorar estas dimensiones no sólo es éticamente cuestionable, sino que representa el mayor riesgo para la viabilidad a largo plazo de los proyectos y para alcanzar las metas climáticas que la región necesita.