Rancagua, Concepción y Talca son las primeras comunas fuera del Gran Santiago donde se realizan intervenciones para potenciar el uso de este tipo de vehículos.
Fuente: Pulso
Hace unos días, la Compañía General de Electricidad S.A (CGE) inauguró el primer punto de carga para autos eléctricos en Rancagua. En tanto, Enel planifica la instalación de una nueva electrolinera en Concepción, mientras que mantiene en operación dos más en Viña del Mar.
“Uno de los retos principales debe ser acompañar la estrategia nacional para el desarrollo de la electromovilidad en Chile. Es por ello que Enel ha implementado estaciones de recarga pública. Actualmente, existen 16 electrolineras operativas en Santiago y 2 en Viña del Mar”, señala Simone Tripepi, gerente de E-Solutions en Enel Chile.
Gracias a una alianza con la Municipalidad de Concepción, en las próximas semanas se instalará la primera electrolinera pública en la Plaza España de esa ciudad. “Resulta fundamental seguir creando alianzas público-privadas, donde se ponga a disposición la experiencia internacional e infraestructura de carga, que permitan desarrollar un transporte eficiente y amigable con el medioambiente”, dice Tripepi.
Pero este no es el único caso donde la electromovilidad ha salido fuera de la Región Metropolitana. A fines del año pasado, un grupo de BMW i3 recorrió alrededor de 200 kilómetros hasta Curicó. Esto, con sólo una carga. El evento marcó un hecho histórico, pues fue la primera vez que un vehículo de este tipo recorría tal distancia en Chile.
“Si bien la infraestructura de carga en la Región Metropolitana está relativamente cubierta, el próximo desafío es buscar alternativas para salir de Santiago, para lo cual Enel ya está trabajando”, comenta Tripepi, uno de los organizadores del evento.
También se han realizado avances en otros lugares. Por ejemplo, la Municipalidad de Talca inició un plan piloto que busca la incorporación de cuatro automóviles eléctricos a su flota de Seguridad Ciudadana. Pero eso no es todo, pues a futuro la entidad planea cambiar todos sus vehículos por aquellos que funcionen bajo una modalidad sustentable.
Los desafíos
Si bien estas intervenciones representan un importante avance respecto el desarrollo de la electromovilidad en regiones, los expertos señalan que todavía es necesario recorrer un largo camino. “Tenemos que destrabar este excesivo centralismo de Santiago. Hay que darle el valor, desde el punto de vista de la perspectiva social, a la electromovilidad. Por ejemplo, Temuco es una ciudad extremadamente contaminada, principalmente por las chimeneas. En ese lugar, debiera haber un recambio acelerado para que, primero, el transporte público eléctrico sea una real alternativa”, afirma Alberto Escobar, secretario general de la Agrupación de Movilidad Eléctrica de Chile (AmeCh).
El transporte público es el sector que presenta el mayor potencial de desarrollo de movilidad eléctrica en regiones. “Chile es un gran demandador de buses en el mundo. Este país tiene la oportunidad de poder, buscando los proveedores adecuados, diseñar un proyecto a la medida de nuestra geografía y condición climática”, comenta Escobar.
El potencial
A juicio de los expertos, las regiones de Chile presentan un alto potencial respecto al desarrollo de la movilidad eléctrica, pues la ubicación geográfica y recursos naturales de algunas de ellas, permitirían un avance más rápido de esta tecnología. Esto se suma a la gran cantidad de proyectos que se están desarrollando a nivel país.
“Sería súper interesante que lugares donde hay parques eólicos, por ejemplo, en Canela, pudieran permitir que el transporte público de esa zona sea alimentado por una energía limpia y renovable. Tenemos que construir una mirada moderna respecto a la electromovilidad”, manifiesta Escobar.
La comuna de Ollagüe, en la Región de Antofagasta, es otro ejemplo. Ahí se puso en operación la primera central geotérmica a escala comercial de Sudamérica. Esta proveerá una energía eléctrica equivalente a 165.000 hogares, con una potencia instalada de 48 mW.
Además, otros proyectos han entrado al Servicio de Evaluación Ambiental, entre ellos se destaca: el Parque Eólico Coihue, que cuenta con una capacidad de 21 mW y una inversión de US$21 millones; la ampliación del proyecto Central Geotérmica Cerro Pabellón, con una potencia de 50 mW y una inversión de US$200 millones, y la Central Hidroeléctrica de Pasada El Gato, con 6 mW y US$30,5 millones de inversión.