El próximo año termina un proceso creado el 2021 para evaluar los avances colectivos en el cumplimiento del Acuerdo de París, mecanismo conocido como Balance Mundial o Global Stocktake (GST), que facilita la evaluación del progreso internacional en tres áreas: mitigación, adaptación y medios de implementación y apoyo.
Para abordar cada una de estas áreas, la COP27, que se realiza en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh, preparó una serie de mesas redondas.
Como en versiones anteriores, CLG-Chile asistió a la COP27 y participó activamente de este GST, incorporándose a la conversación de Medios de Implementación y Apoyo: Finanzas, tecnología y desarrollo de capacidades, que se ejecutó durante la primera semana de la Conferencia de las Partes, entre el martes 8 y jueves 10.
La directora ejecutiva de CLG-Chile, María Teresa Ruiz-Tagle, intervino en el subtema Finanzas: Alinear los flujos financieros y satisfacer las necesidades para las transiciones de todo el sistema hacia las cero emisiones netas y un desarrollo transformador resiliente al clima. Dijo que “el financiamiento público tiene que acoplarse con el financiamiento privado, de manera de potenciar el trabajo de manera conjunta. Se pueden diseñar instrumentos y políticas para potenciar ese trabajo colaborativo”.
Destacó también Ruiz-Tagle que “en Chile tenemos la Ley de Cambio Climático. Eso ayuda a todo lo que está pasando en el país. Le da un piso al ministro de Hacienda (Finanzas) y al Banco Central para hacer su trabajo. Y también ayuda mucho a que el sector privado se involucre, porque es por ley”.
Durante el diálogo, surgieron ideas relacionadas con los flujos financieros, responsabilidad y transparencia, mayor flexibilidad, equidad, transición justa y el rol clave que deben jugar los ministerios de finanzas (Hacienda en nuestro caso), los bancos centrales y el sector privado. Además, la importancia de reforzar el flujo financiero del sector privado.
Otro punto relevante fue considerar las circunstancias nacionales y que cada país toma su propio camino. No se puede penalizar a los países en desarrollo.
Se destacó la necesidad del liderazgo y pensar en el trabajo público-privado conjunto para potenciar el resultado. Y enfatizar sobre el tema de la resiliencia, la adaptación y las pérdidas y daños.
Se sugirió también que el GST podría vincularse a la agenda 2030 y a los ODS.
Al cierre del encuentro surgió la consulta sobre el rol que puede jugar el GST de enviar una señal de importancia a los actores. Las preguntas concretas fueron: ¿Cuáles van a ser las señales de esta reunión? ¿Y cómo vamos a aplicarlas?