Dubái, 6 de diciembre de 2023.

El Ministerio de Hacienda de Chile en colaboración con el think tank CCAP y CLG Chile, Líderes Empresariales por la Acción Climática, organizaron el Side Event: Instruments to channel investments towards environmentally sustainable objectives, para examinar las herramientas y los mecanismos diseñados para fomentar y dirigir inversiones hacia actividades ambientalmente sostenibles.

El evento se llevó a cabo en el Pabellón de Chile y buscaba examinar críticamente una gama de herramientas y mecanismos como las taxonomías de finanzas sostenibles, diseñadas para ayudar a los países en desarrollo a implementar las finanzas climáticas, sus vías de descarbonización, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), los ODS y otras actividades sostenibles pertinentes.

El panel de discusión, que tuvo como foco los sistemas de clasificación o taxonomías y las bases de datos públicas que catalogan las emisiones corporativas, estuvo compuesto por: María Paz Gutiérrez Montes de la Oficina de Finanzas Verdes del Ministerio de Hacienda de Chile; María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva de CLG Chile; Soffia Alarcón, miembro no residente del Instituto de las Américas y Anjuli Pandit, directora de mercados de capitales de deuda sostenible para Europa y América de HSBC.

La esencia de este diálogo, moderado por Sebastian Lema, director de financiamiento climático de CCAP, radicó en la importancia de medir, para poder gestionar, destacando iniciativas nacionales e internacionales.

Cómo implementar una Taxonomía Verde

La perspectiva del gobierno fue expuesta por María Paz Montes, quien se centró en el proceso de desarrollo de la taxonomía y enfatizó el papel fundamental que desempeña el Ministerio de Finanzas, para facilitar la implementación de esta.

Por su parte, María Teresa Ruiz-Tagle representó la perspectiva del sector privado chileno, presentando consideraciones para el desarrollo de una taxonomía ambiental: “El desarrollo de una taxonomía se percibe bien en el sector porque proporciona transparencia, comparabilidad, ayuda a gestionar el riesgo, reputación y acceso a financiación verde”.

También se conversó acerca de quiénes podrían beneficiarse de la Taxonomía Verde. María Teresa señaló que “es una oportunidad para todos los sectores económicos, pero más para aquellos que tienen mayor margen u oportunidades para inversiones y actividades verdes, como por ejemplo, en Hidrógeno Verde. Esto no sólo ayudará a atraer inversión extranjera, sino también inversión nacional, tanto del sector privado como del público”, enfatizó.

Desde el ámbito financiero, Anjuli Pandit de HSBC compartió su perspectiva y experiencia, vislumbrando los desafíos futuros del sector y cómo estos podrían moldear nuestro sistema financiero.

Los principales desafíos

Si bien el sector privado chileno ya está emitiendo Bonos Verdes y SLB, para María Teresa el desafío es concluir el proceso de diseño de una Taxonomía Verde propia, pues hasta el momento las empresas debían tomar como referencia la europea, con la dificultad de que algunos sectores económicos como la minería y la silvicultura estaban menos desarrollados en ese continente. “Muchas firmas de CLG Chile han emitido ese tipo de bonos con muy buenos retornos: Colbún, SQM, CMPC, Banco Estado, Enel Chile, Arauco y Aguas Andinas, entre otras”, comentó.

Por otra parte, Soffia Alarcón abordó la complejidad de capturar datos climáticos en tiempo real y cómo aprovechar la IA para este propósito. También profundizó en el desafío de estandarizar una gran cantidad de regulaciones y la necesidad de una alineación global.

En esta línea, María Teresa Ruiz-Tagle indicó que es importante que la Taxonomía Verde sea rentable, fácil de implementar, evaluar y verificar, que se alinee con otras taxonomías relevantes y que sea gradual en el tiempo, para no “sobrecargar a nadie”. También puntualizó que “será necesario desarrollar capacidades, capacitar y contar con buen desarrollo institucional”.

Finalmente, todos los actores recalcaron la importancia de trabajar en conjunto tanto el sector privado, la academia, la sociedad civil y las ONG, siempre respaldados por la ciencia, para desarrollar una Taxonomía Verde que dé respuesta a los desafíos chilenos actuales.