Santiago, 8 de octubre de 2024
Ruta a la Carbono Neutralidad de Chile a más tardar el 2050. ¿En dónde está la industria?, La generación de medidas de mitigación y para la captura de emisiones. Así se llamó al panel guiado por CLG Chile el primer día del Foro de Carbono Chileno.
Participaron en él, Karla Zapata, gerente general, Enel X Chile; Ana María Ruz, directora ejecutiva, Comité de Hidrógeno Verde; Jorge Cáceres, director Centro de Medio Ambiente y Energía, SOFOFA; y Marina Hermosilla, secretaria técnica, Comité de Carbono Neutralidad. La conversación estuvo guiada por María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva, CLG-Chile.
El diálogo dejó de manifiesto la necesidad de hacerse cargo en esta tarea hacia la descarbonización para encontrar también soluciones. El trabajo es arduo porque los mercados internacionales pondrán sus exigencias y si el país no está listo, se van a perder mercados. De ahí la importancia de la colaboración público-privada.
El propósito es claro: trabajar para descontaminar Chile. Es el esfuerzo que hace Enel en base a energía limpia como la eólica o la solar.
Karla Zapata señaló que Chile, con una de las mayores flotas de buses eléctricos, destaca como un referente en motricidad, después de China. Pero no sólo esto debe ser un objetivo de largo plazo, un tema de Estado, sino las personas tenemos que ser eficientes para consumir. Se debe hacer un recambio de las estufas a leña y la industria debe dejar de consumir petróleo o diésel. Y pese a que hoy existen muchas soluciones, queda mucho por hacer. Se necesita proacción y participación de las compañías. La carbono neutralidad no tendrá éxito sin el compromiso de la industria.
La tecnología está, pero no siempre se cuenta con el financiamiento; para ello se requieren más voluntades. Además, según Zapata, la energía eléctrica tiene su tope. No habrá solución eléctrica para todos los procesos si no hay hidrógeno. Eso es un gran desafío.
La industria se enfrenta a desafíos para alcanzar el desarrollo, dijo Jorge Cáceres. Se busca la descarbonización, pero también hay mucha incertidumbre. La acreditación de las energías renovables es muy compleja. También son un tema las barreras que enfrenta la industria para disminuir sus emisiones; tienen capacidad instalada para acelerar la transformación, pero el desafío es ponerse de acuerdo.
Se requiere además fortalecer la normativa y abrir espacios colaborativos para desmitificar ciertas creencias en la población.
Un punto que sí está claro es el compromiso con la NDC de Chile (Contribución Determinada a Nivel Nacional) y por eso la importancia de proyectos e inversiones en el norte y sur del país. Aunque, explicó Ana María Ruz, la realidad en Chile no es distinta a lo que pasa en el mundo con proyectos de hidrógeno que se han visto retrasados, en el ámbito local por problemas de tramitación ambiental, a pesar de lo cual se esperan recibir propuestas de Europa y Asia.
La transición energética es un gran desafío y para dar respuesta se cuenta con programas tecnológicos y otros instrumentos. Chile tiene una posición de privilegio que se debe cuidar.
En todo este proceso, la confianza juega un rol primordial. Marina Hermosilla, indicó que cuando se hace política pública, cuando hay que mejorar la normativa, eso debe ser sobre la base de confianza en el otro, sino será muy difícil.
Sin embargo, en el caso de Chile existe un interés común. El activo país, el objetivo, es la carbono neutralidad. Están todas las variables puestas sobre la mesa para avanzar. Frente a temas de resiliencia y esta nueva economía, la colaboración público-privada es relevante y esa es la barrera que se debe superar porque no estamos acostumbrados a colaborar. Pero las herramientas están.