Santiago, 12 de septiembre de 2024

Financiación para el Net Zero fue el tema que se abordó en el tercer encuentro de la serie de webinars Empresas #PorElClima, un proyecto del área de acción climática de la Fundación Ecológica y Desarrollo, ECODES, en la que colaboran Líderes Empresariales por la Acción Climática, CLG Chile, en su rol de aceleradores de Race to Zero.

Las necesidades financieras para combatir la crisis climática se han incrementado rápidamente y los US$100 mil millones que se pensó inicialmente podrían ayudar a los países en desarrollo, se sabe ahora son insuficientes. Además, al financiamiento público deben sumarse los aportes financieros y privados para lograr la transición esperada.

Para conocer sobre esta materia, se reunieron Sandra Guzmán, coordinadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe, GFLAC; Pablo Penone, Global Sustainability BBVA; y Fernando Salazar, coordinador de Clima para América Latina y el Caribe de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNEP FI.

Guzmán señaló que no hay financiamiento suficiente y países de la región reciben más incentivos de activos en carbono que de fuentes renovables.

Por otra parte, en la transición energética ha incidido la innovación y el aporte del sector privado, lo cual se puede observar por ejemplo en electromovilidad.

Según Guzmán, se habla cada vez más de inversiones de impacto y los bancos multilaterales no sólo piensan en grandes inversiones, sino también a menor escala.

Se está planteando que los países no van a lograr sus metas de Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) si no cuentan con el apoyo del sector privado, quienes han comenzado a jugar un rol en el diseño de política pública. Hay que abrirse a nuevas formas de inversión y pensar en proyectos escalables.

Para Sandra Guzmán, el gran reto desde el financiamiento es desarrollar proyectos en adaptación, considerando también la cantidad y calidad del financiamiento.

Pablo Penone, por su parte, presentó la mirada del BBVA y dijo que se necesitan políticas que incentiven la transformación, que tengan la sostenibilidad como foco de las políticas públicas. Pero resaltó que para los bancos es muy importante el marco de regulación.

Penone presentó un gap de inversión y financiación con importantes barreras, entre las cuales destacó el costo del capital, que es generalmente más alto; los altos costos iniciales y los largos horizontes temporales asociados con los proyectos de mitigación y adaptación; los proyectos de solución climática sufren de incertidumbre regulatoria; las herramientas de mitigación de riesgos de las entidades multilaterales se están implementando a una escala demasiado pequeña; falta de señalización de precios en forma de mercado de carbono efectivos; en muchos países emergentes la escasa financiación pública se está dirigiendo a subsidiar la industria de los combustibles fósiles; y la falta de instrumentos en moneda local.

Algunas de las propuestas para la financiación sostenible es por ejemplo aumentar el apoyo financiero de las economías desarrolladas, mejorar la cartera de proyectos y actividades, reimaginar el Blended Finance y garantías, y definir marcos y estándares financieros sostenibles.

Según Penone, se necesita que los gobiernos creen el entorno propicio para la inversión y la transformación.

El ejecutivo indicó que el BBVA ha venido trabajando en el clima (oportunidades en la limitación del calentamiento global), capital natural (oportunidades en naturaleza positiva) y crecimiento inclusivo (oportunidades en el ámbito social).

El banco desarrolla una estrategia de descarbonización para el alineamiento de su cartera con tres pasos: planes de alineamiento sectorial, evaluación de los planes de transición de los clientes, e integrado en el proceso de admisión de operaciones.

Mencionó como ejemplo de aportes un proyecto de habilitación de agua potable y alcantarillado en Lima, Perú; además de ayudar financieramente a los establecimientos hosteleros para que puedan implementar proyectos y medidas encaminadas a reducir su huella de carbono involucrando a más de 300 mil baristas en España.

Finalmente, Fernando Salazar dijo que, en este camino para financiar la transición, UNEP y Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ) han aunado fuerzas para ayudar a la industria a tomar decisiones en materia estratégica.

Las tecnologías e industrias del futuro (modernas, limpias, eficientes) pasan por la transición, pero no se trata sólo de descarbonizar, sino también encontrar un impacto positivo con la naturaleza.

También invitó a leer el Climate Mitigation Journey (CMJ), un manual para bancos que describe las capacidades comerciales que necesitan desarrollar en la búsqueda por alinearse con el objetivo de París de cero emisiones netas.

El encuentro finalizó preguntando a los asistentes qué información falta para financiar su transición. La mayoría dijo entidades y organismos financiadores accesibles; luego, criterios de acceso y opciones existentes para las pymes; rentabilidad de la transición; y proyectos de adaptación.