Con un mensaje grabado del Ministro de Hacienda, Mario Marcel, se presentó en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile el documento Estructura del Sistema de Clasificación o Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles para Chile, que en grandes líneas propiciará disminuir el lavado verde, atraerá inversión y acelerará la transición hacia el cumplimiento de objetivos climáticos.

Estuvieron presentes en la actividad la Subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner; el decano de la FEN, José De Gregorio; la presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Solange Berstein; la gerente general de los países del Cono Sur del BID, Florencia Attademo-Hirt; y el jefe de misión adjunto de la Embajada Británica, Nicholas Kennedy.

Colaboró también en el encuentro el Grupo de Líderes Empresariales por la Acción Climática, CLG Chile. Con parte de sus empresas entregó testimonio de lo positivo que resulta para el país contar con esta taxonomía.
El ministro Marcel, quien se encontraba en regiones durante el lanzamiento de esta herramienta, señaló que para la elaboración de la misma se han tomado como referencia los trabajos de la Unión Europea, Colombia, México y China, que han desarrollado sus propias taxonomías sostenibles. Se aprendió también del proceso del Reino Unido.

La elaboración de este documento responde a una urgente demanda del sector financiero, que la ve como un pilar fundamental de la visión estratégica, incluyendo la gestión de riesgo.

Según el secretario de Estado, ayudará en disminuir el lavado verde. Es un sistema de clasificación que no implica obligaciones vinculantes para las empresas. Entrega claridad, mejora la reputación de las empresas, facilita el acceso al financiamiento verde, refuerza la transparencia en los informes sostenibles y permite gestionar riesgos medioambientales. Abre oportunidades a la inversión, fortalece las confianzas de los inversionistas y por lo tanto promueve la toma de decisiones informadas. No determina un único conjunto de actividades en las que se debe invertir de manera obligatoria ni un mecanismo de regulación per se.
Por su parte, la subsecretaria Berner destacó que como parte del compromiso del Ministerio de Hacienda de guiar una economía hacia un futuro más verde, es que se elaboró este documento que apunta a generar un marco común y un criterio estandarizado para las inversiones y actores relevantes, para identificar de la forma más clara posible qué actividades económicas deberían ser consideradas medioambientalmente sostenibles.

Esta taxonomía surge como respuesta unificadora a diversas taxonomías que han surgido de entidades financieras y no financieras en un intento por definir lo que es y no es ambiental, social y gobernanza (ASG) y busca facilitar la comparabilidad entre actividades y estandarizar criterios a nivel nacional, expresó Berner.

En el trabajo por impulsar una transición de la economía baja en carbono, esta guía debe responder a la estructura económica de nuestra economía. Por ejemplo, la taxonomía de la UE no cuenta con un sector de minería de la relevancia de nuestro país. También, en el caso de bonos vinculados a la sostenibilidad, disminuirá el riesgo de gatillar un incremento en el costo financiero de estos instrumentos por cumplimiento de las metas asociadas.

Así, la taxonomía local permitirá acelerar la transición hacia el cumplimiento de nuestros objetivos climáticos.

Solange Bernstein, en tanto, aportó la mirada de la CMF y dijo que contar con esta taxonomía de actividades económicas contribuye a buen desarrollo del sector financiero. Pero destacó que para que la taxonomía pueda cumplir su finalidad, se requiere que las empresas entreguen información que permita a las entidades del mercado financiero conocer las prácticas que en materia ASG adoptan las empresas, qué actividades económicas realizan y quieren financiar, de ahí la importancia de la Norma 461.
Según el decano De Gregorio, esta herramienta puede orientar las inversiones, aunque siempre hay un riesgo; sin embargo, puede ser un incentivo para los sectores que verán subir el valor de sus activos. Contribuye a que los sectores vayan transformándose, porque si quieren inversiones van a tener que reducir su huella de carbono y van a tener que contribuir al medio ambiente. Por eso, este es un esfuerzo importante que convoca a muchos actores.
“Lo más importante que tenemos que hacer ahora es incentivar a que todos los sectores, toda la actividad económica necesaria para el bienestar de la población, haga las transformaciones necesarias para proteger el medio ambiente”, aseguró el decano de la FEN.

Nicholas Kennedy, por su parte, destacó la condición de líder en finanzas verdes de Chile en la región y pese a que la taxonomía es un gran desafío, puede llevar al país a ser más verde y más próspero.

El lanzamiento incluyó también opiniones de otros actores que trabajan por la sostenibilidad del país. Entre ellos, estuvieron las opiniones de CLG Chile y dos de sus empresas, que respondieron a la pregunta: ¿Crees que el desarrollo de una taxonomía medioambientalmente sostenible es una buena oportunidad para Chile?

La directora ejecutiva de CLG, María Teresa Ruiz-Tagle, dijo: Contar con una taxonomía verde es clave para facilitar y alinear la inversión y financiamiento sostenible en nuestro país. La existencia de esta taxonomía favorecerá el desarrollo de la oferta de proyectos medioambientalmente sostenibles y también ayudará a direccionar la demanda de financiamiento hacia un desarrollo que sea compatible con el compromiso de Chile de ser carbono neutral a más tardar al 2050.

El gerente general de Aguas Andinas, Daniel Tugues, señaló: Actualmente los inversores requieren de cierta sofisticación para identificar las actividades sostenibles. Una taxonomía verde ayudaría a esta identificación, esto atraería más inversiones, mejoraría las condiciones de financiación y así facilitaría el desarrollo de estas actividades.

La gerenta general de crédito de BancoEstado, Soledad Ovando, aseguró: Estamos convencidos que una taxonomía nacional permitirá mayor transparencia y claridad respecto de dónde debemos hacer las inversiones para, en verdad, tener un impacto significativo en prevenir las consecuencias del cambio climático. Para el mundo financiero, además, nos ayudará a enfocarnos mucho más eficientemente en el uso de nuestros recursos, de manera que pongamos nuestros incentivos de financiamiento en el lugar correcto para cada uno de nuestros clientes.


Para acceder a la jornada, pincha:
https://www.youtube.com/watch?v=qeH1bkX3sL8

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