Santiago, 18 de julio de 2024

En la segunda serie de webinars Empresas #PorElClima, de la Fundación Ecológica y Desarrollo, ECODES, el tema de conversación fue la cadena de valor y cómo se la involucra en el camino a la descarbonización.

La empresa de CLG Chile que se presentó en esta oportunidad fue Unilever, una de las mayores compañías de bienes de consumo del mundo que, impulsando una cadena de valor sustentable, está logrando que la sustentabilidad se transforme en algo cotidiano para la población chilena.

Previo a las presentaciones de Unilever y Telefónica, Carmen Navarro, gerente del Grupo Español para el Crecimiento Verde, señaló que hoy existen políticas de activación para ayudar a las pymes a ser cero emisiones. El camino que pueden seguir las grandes empresas tiene tres aristas: desarrollar programas de activación en apoyo climático a pymes; establecer un plan de cero emisiones netas al 2050 en las cadenas de suministro; y fortalecer los equipos de compras climática de la cadena de suministros mediante formación de herramientas e incentivos.

Destacó Navarro que una de las herramientas es el Climate Hub, que permite a las pymes unirse a la campaña Race To Zero. La plataforma contiene instrumentos gratuitos diseñados específicamente para descarbonizar las pymes como cursos de capacitación, guías sectoriales, herramientas de cálculo de huella de carbono o herramientas de reporte. También permite a las pymes beneficiarse de una serie de incentivos puesto que incluye una sección llamada “moviliza tus pymes” destinadas a las grandes empresas, entidades bancarias, gobiernos y ONGs.

En el caso de Unilever, Valeria Proboste, gerente de Sustentabilidad de Unilever en Chile, explicó que como líderes globales con más de 400 marcas, están aplicando el concepto de  Corporate Seed, Future Feed.

Este año hicieron una actualización de su plan de acción de la transición climática para adaptarse a las nuevas exigencias, a las nuevas coaliciones, y a las nuevas iniciativas que se van desarrollando para seguir convocando más ciudadanos. El plan es ahora más ambicioso desde el punto de vista de la descarbonización, más transparente, para avanzar empujando al mercado a subir la vara y tener prácticas similares a lo que Unilever está tratando de impulsar. La empresa tiene a nivel global 55 millones de toneladas de CO2 relacionadas al alcance 3. Sólo cerca de un millón de toneladas están relacionadas al alcance 1 y 2. Por esta razón, la cadena de suministro es vital en un plan de descarbonización. Materias primas y servicios corresponde a la mayor parte de emisiones.

Proboste explicó que la compañía tiene que reducir en un 100% sus emisiones absolutas en alcance 1 y 2, reducir un 42% en el alcance 3 relacionado con energía y emisiones industriales, y un 30,3% en alcance 3 relacionado con bosque, tierra y agricultura.

Se definieron 10 áreas de acción para la cadena de suministro, exceptuando las operaciones, que muchas veces son mejoras de los procesos internos. En el caso de los proveedores tienen un programa de acción climática que incluye capacitación, además de una reformulación de sus productos para bajar la huella de carbono, puesto que todo lo que tiene que ver con materias primas es relevante, incluidos los commodities relacionados a bosques, agricultura regenerativa e ingredientes químicos.

El plástico sigue siendo una prioridad, así como otros tipos de materiales que usan en logística.

Unilever busca una ambición colectiva mayor y para ello necesitan innovar y establecer más que los planes actuales para llegar a la meta. Así, pensando en el tema de rutas y carga han incorporado camiones eléctricos, para lo cual cuentan también con un networking para implementarlo.

En el área de las telecomunicaciones, Berta Martínez, especialista en Sostenibilidad de Telefónica, dijo que más del 85% de sus emisiones son de alcance 3 y que para ser cero neto al 2040 no hay otra posibilidad más que trabajar con los proveedores. Para ello han desarrollado una estrategia de engagement para avanzar en la descarbonización sectorial.

En el año 2016 empezaron a contabilizar las emisiones de alcance 3 en Telefónica y en 7 años, se han reducido un 31%, pero quedan dos millones de toneladas que reducir. Más del 52% pertenece a las compras y el resto tiene que ver con el uso de los productos y bienes de capital.

La compañía tiene cerca de 10.000 proveedores, que suponen el 100% de las emisiones. Entonces al contratar con ellos les piden asumir la política de sostenibilidad de la cadena de suministros. Además, hacen una evaluación de cómo se comportan en su gestión ambiental, en la eficiencia energética o en su huella de carbono.

Para aquellos proveedores que suman el 90 % de las emisiones de alcance 3 desarrollaron la iniciativa Supplier Engagement Program, a partir de la cual pueden medir la madurez climática de los proveedores y con esa información les entregan capacitación para avanzar en la descarbonización. Se aplica cada año a unos 200 proveedores. Además, se está utilizando en Joint Alliance for CSR (JAC) una alianza sectorial de las telecomunicaciones que ha permitido unificar criterios, unificar la interacción con los proveedores.

Otra iniciativa de Telefónica con los proveedores estratégicos es un requisito para que establezcan objetivos de reducción de sus emisiones basados en ciencia y validados por el SBTi.

En la ronda de preguntas, María Teresa Ruiz-Tagle, directora ejecutiva de CLG Chile, también aceleradores de Race To Zero, quiso saber qué problemas se observa en los proveedores con los objetivos de descarbonización.

En Unilever, según Valeria Proboste, todo lo que tiene que ver con materias primas sostenibles. “Hemos visto restringido el volumen de ciertas materias primas porque no hay más y eso nos lleva a cerrar con ese proveedor. Pero es necesario generar este cambio con la realidad que tenemos hoy, porque hay mucho que todavía no está desarrollado. Por otra parte, los proveedores están cada vez más abiertos a conversar y cambiar”, dijo Proboste.

Berta Martínez de Telefónica coincidió con Valeria Proboste, pero destacó que como ya se habla el mismo lenguaje, es más fácil pedir las cosas. “Es un cambio de concepto. La gente, las empresas, los empleados saben hacia dónde hay que ir y aunque les cueste más o menos, se va a llegar finalmente. El tema es la velocidad. Necesitamos imprimirle velocidad a la descarbonización”, cerró Martínez.

Video del encuentro